NO A LA PASTA BASE

 No he querido pasar ni un día más sin escribir sobre este tema. 

Por varias razones.

Porque me importa
Porque me preocupa.

Y porque no quiero que se confunda "chicha con limonada".


Yo he propagado en este Semanario y en cuanto lugar puedo expresar mi opinión, mi convicción de que el consumo y el autocultivo (incluso en cooperativas) de la marihuana, debería estar legalizado y no criminalizado.


He dado mi opinión y mis puntos de vista sobre ese tema y hoy no desperdiciaré ni un  momento en volver a él.


Hoy quiero referirme específicamente a ese flagelo que estamos viviendo, en especial nuestros jóvenes y niños. Esa enfermedad social que no tiene ningún punto de comparación con la marihuana, sino que más bien es contraria, opuesta, en sus efectos, en sus consecuencias y hasta en su influencia en el desarrollo del individuo.





Como sociedad y como pequeña ciudad debemos aceptar que la PASTA BASE ha cambiado muchas cosas en nuestro entorno, desde la fisonomía de nuestras calles, a los códigos con que se manejan hasta quienes nos asaltan.

Se han esfumado en las volutas de humo de un "pegue" de Pasta Base, hasta aquellos valores que hacían que un "chorro" evitara golpear a un anciano/a.


Hoy sin medida, con una visión de "nada que perder" se comete cualquier salvajada por unos míseros pesos para la próxima dosis.


Nadie podrá negarme que muchos de esos "gurises" no estarían en la Pasta Base, si tuvieran acceso a la Marihuana, con la igual facilidad que a una botella de vino.


Nadie tampoco podrá negarme que no puede ser tan difícil que a nivel político,Judicial y Policial, se establezcan las necesidades reglamentarias y financieras para entrenar, preparar y dotar de lo necesario a cuatro o cinco grupos especiales, que por encima de las Seccionales Policiales locales, vayan actuando en diferentes zonas y ciudades, concentrados específicamente en el tema PASTA BASE.


No para hacer bulla con unos kilos de Marihuana (menos perjudicial que el alcohol y el tabaco) sino con la tarea específica de detectar y cerrar bocas de pasta base, y por supuesto de llegar a los grandes distribuidores.


Sugiero habilitar un número telefónico al cual poder en FORMA ANÓNIMA denunciar la existencia de bocas de Pasta Base y, AUN MAS debería habilitarse un número de Jerarquía donde llamar y reiterarla, si luego de la llamada primera, pasaron más de 72 horas y no se ha visto ningún operativo.


Creo que todos debemos escuchar lo que dicen las calles, si bien yo no tengo pruebas, las calles dan por sentado que dichas bocas, cuentan con contactos que les avisan cuando van a ser allanadas.


El tema de la PASTA BASE es fundamental para el futuro de nuestro país y en eso hay que ponerse los pantalones y no andar bobaliqueando con un porro o una plantita.


Eso opino yo
Víctor Urrutia